UNA RECOMPENSA INIGUALABLE
Hoy el Señor nos trae una palabra que nos gusta mucho: Recompensa.
Viene del griego δώσει y la palabra literalmente indica "dar otra vez" en nuestro caso, volver a recibir, es como un premio después de un esfuerzo.
La primera lectura indica la recompensa que tuvo Elías y el Evangelio la recompensa de aquél que practica de corazón, el amor a Dios, al hermano y a sí mismo, tanto Elías como las personas que practican esto de corazón, son las que viven lo recitado en el salmo "Espera en el Señor".
Que tendremos recompensa en un tiempo en donde la caridad se vuelve tan vulnerable como nosotros lo somos, es un signo de esperanza en medio de tanta tristeza y desespero.
Hay una palabra utilizada en el Evangelio y es "justicia" pero Jesús se refiere a una en específica practicada en la cultura judía, y es el "tzedaká" una justicia social, pero como estaba estipulada en sus propias normas no era algo privado sino público, los fariseos alardeaban entre todos que ellos si practicaban las leyes, incluyendo esa costumbre.
Pero Jesús enseña algo totalmente distinto, y es hacer tres cosas en secreto: ayuno, oración y limosna.
Hoy en día la Iglesia ha sido criticada porque no hacen obras de caridad, y la respuesta a estas críticas es que no somos un partido político y no necesitamos que todos sepan las obras de caridad que la Iglesia hace.
Estas prácticas es para acrecentar el amor a Dios por medio de la oración, el amor a nosotros mismos por medio del ayuno y el resultado de estas dos, juntas, deben llevar a la tercera práctica que es el amor por nuestros hermanos: la limosna.
¿Cuál es la recompensa?
La recompensa la tuvo Elías y es que Dios, el padre que está en los secretos, lo buscó para vivir en plenitud aquello que tanto se anhela: una felicidad perpetua.
Que en estos tiempos difíciles, seamos capaces de esperar y ser valientes, de obrar en secreto, desde lo más profundo de nuestro corazón, el amor hacia Dios, el prójimo y hacia mí mismo, de manera que la gloria de Dios se apodere de nosotros, y vivamos felices eternamente con él.
Viene del griego δώσει y la palabra literalmente indica "dar otra vez" en nuestro caso, volver a recibir, es como un premio después de un esfuerzo.
La primera lectura indica la recompensa que tuvo Elías y el Evangelio la recompensa de aquél que practica de corazón, el amor a Dios, al hermano y a sí mismo, tanto Elías como las personas que practican esto de corazón, son las que viven lo recitado en el salmo "Espera en el Señor".
Que tendremos recompensa en un tiempo en donde la caridad se vuelve tan vulnerable como nosotros lo somos, es un signo de esperanza en medio de tanta tristeza y desespero.
Hay una palabra utilizada en el Evangelio y es "justicia" pero Jesús se refiere a una en específica practicada en la cultura judía, y es el "tzedaká" una justicia social, pero como estaba estipulada en sus propias normas no era algo privado sino público, los fariseos alardeaban entre todos que ellos si practicaban las leyes, incluyendo esa costumbre.
Pero Jesús enseña algo totalmente distinto, y es hacer tres cosas en secreto: ayuno, oración y limosna.
Hoy en día la Iglesia ha sido criticada porque no hacen obras de caridad, y la respuesta a estas críticas es que no somos un partido político y no necesitamos que todos sepan las obras de caridad que la Iglesia hace.
Estas prácticas es para acrecentar el amor a Dios por medio de la oración, el amor a nosotros mismos por medio del ayuno y el resultado de estas dos, juntas, deben llevar a la tercera práctica que es el amor por nuestros hermanos: la limosna.
¿Cuál es la recompensa?
La recompensa la tuvo Elías y es que Dios, el padre que está en los secretos, lo buscó para vivir en plenitud aquello que tanto se anhela: una felicidad perpetua.
Que en estos tiempos difíciles, seamos capaces de esperar y ser valientes, de obrar en secreto, desde lo más profundo de nuestro corazón, el amor hacia Dios, el prójimo y hacia mí mismo, de manera que la gloria de Dios se apodere de nosotros, y vivamos felices eternamente con él.
Comentarios
Publicar un comentario